Hace unos días conocíamos la noticia de que a la gran familia de Telecinco se había sumado un nuevo miembro llamado Cuatro. Y es que Mediaset, el grupo italiano propiedad de Telecinco controlará la nueva sociedad creada al incluir la actividad de Cuatro.
Se ha creado un gigante en la comunicación que tiene capacidad para hacer competencia a las demás cadenas que tienen una pequeña familia. Hablemos por ejemplo de la publicidad. Los anunciantes verían como algo imprescindible tener que incluir su publicidad en este gran gigante para lograr efectividad. De temas como este se encarga la Comisión Nacional de la Competencia que entre otros puntos ha acordado que el grupo tendrá que gestionar su publicidad de forma separada entre los dos canales, al mismo tiempo que se ha limitado su autonomía comercial a la hora de adquirir contenidos audiovisuales.
Pero saliendo un poco de los aspectos más burocráticos, dejando los contratos y las firmas a parte, vayamos a la práctica. ¿Cómo puede afectar una unión de estas características a nosotros, al público? Imaginemos que la televisión estuviera controlada por única persona que se encargara de decidir lo que trasmitir a su publico, nos diría que es lo que está bien, lo que esta mal, nos mostraría el mundo desde su punto de vista y para lograr sus intereses y no tendríamos ningún punto de opinión con el que contrastar la realidad. Esto puede sonar a dictadura.
Imaginemos de otro modo, que existieran multitud de canales de televisión con variados contenidos pero que pertenecen a la misma persona. Esa persona se encargará de que las ideas que transmitan sus cadenas sean “las correctas” y nos guíen a todos por su camino. Entonces, ¿No nos lleva al mismo ejemplo anterior?
No quiero dar a entender que la televisión española se este convirtiendo en una dictadura, ni mucho menos, sino que cuanta mayor fusión haya, cuantas menos cadenas independientes tengamos, habrá menos puntos de opinión diferentes, todo girará en torno a los mismo intereses y no habrá diversidad y esto no es bueno para nosotros como publico, siendo la televisión uno de los medios más importantes de información y entretenimiento.
Si lo pensamos de manera rápida, las razones que llevan a hacer una fusión de este tipo pueden ser poder y riqueza. A mayor propiedad en la parrilla de televisión española mayores ingresos. Todo esto pensaríamos si estuviéramos olvidando uno de los principales objetivos de las cadenas que es hacer lo mejor posible su trabajo para satisfacer a su público. Pero no nos engañemos, esto es un negocio y lo que importa al final son los beneficios.